Des d'aquest punt es poden apreciar tota la magnitud de la casa.

Nos encontramos frente a la Casa d’Areny-Plandolit, la otra familia más poderosa de Ordino durante la época moderna, juntamente con la casa Rossell. Ambas casas están separadas por pocos metros, y ambas hicieron fortuna aumentando el patrimonio, comerciando con tierras y ganado, y hasta hicieron negocios abriendo una ferrería de manera conjunta. Ambas casas establecieron alianzas matrimoniales favorables a sus intereses, y algunos de sus miembros formaron parte de las élites políticas y jurídicas de Andorra.

El conjunto de edificios que podremos observar durante el itinerario forman el núcleo principal de viviendas de la familia Rossell, que son propiedad del Gobierno de Andorra desde 1993, tras la muerte de Maria Lluïsa Riba Cassany (1908-1993), última descendiente de la familia, sin descendientes ni testamento. En el año 2003, el conjunto de edificios fue declarado Bien de interés cultural y, por lo tanto, recibe el máximo nivel de protección previsto por la Ley del patrimonio cultural.

El apellido Rossell ya aparece en la documentación más antigua que se ha conservado. En la segunda Concordia, del 8 de enero de 1176, firmada por los distintos cabezas de familia, consta que en la parroquia de Ordino viven tres familias con este apellido: una en Llorts, otra en Sornàs y una tercera en Ordino. Algunos historiadores han considerado que estos Rossell del siglo XX son los antepasados de los que acabarían convirtiéndose en una de las familias más destacadas de Andorra. No obstante, resulta osado relacionarlos unos con otros, ya que se carece de más pruebas que confirmen la hipótesis, pese a que las referencias documentales a los Rossell de Ordino son constantes en los documentos medievales.

En un principio, esta calle llevaba el nombre de gravada del mallador (era de trilla), puesto que llevaba al patio o era de trilla de la casa Rossell, pero al estar rodeada de propiedades de la familia, el Comú (administración local) de Ordino decidió rebautizar la calle con el nombre de gravada del Rossell. La palabra gravada se refiere a una calle empedrada, ya que se solía pavimentar las calles con mucha pendiente para evitar que la lluvia las erosionara.

A cada lado de la calle vemos los dos volúmenes principales que forman el núcleo de propiedades de la familia en Ordino. A la derecha, la casa familiar. Desde aquí se puede apreciar el muro de las obras de ampliación inacabadas de la casa, iniciadas e interrumpidas en 1968, a cause de las deudas de la familia. A la izquierda, la era pequeña y la casa del aparcero, dos construcciones de formaban parte de otra propiedad pero que fueron adquiridas por los Rossell en un momento de auge para aumentar su patrimonio.

Al fondo se ve el pasillo que conectaba la capilla con la casa.

El primer documento que nos permite identificar a la familia es una sentencia de 1491 entre Ordino y la Massana por el control de los bienes comunales de la montaña de Llorts, firmada entre otros por Joan Rossell de Ordino, y en la que ya constaba que los Rossell eran una de las cinco casas con más poder adquisitivo de la parroquia de Ordino.

La primera mención documental del edificio actual se remonta a mediados de siglo XVI, en los libros de cuentas del archivo comunal. La fecha coincide con la que se puede ver grabada en la piedra ubicada sobre la puerta de la entrada principal, con la inscripción 1611 seguida de un crismón, tras el cual se leen una M y una I. Estas letras podrían corresponder al título de “Muy Ilustre” otorgado a Antoni Rossell, ya que en la siguiente línea puede leerse ANT. RO. (ANToni ROssell). Joan Antoni Rossell Fiter (1638-1710) fue síndic de Andorra (presidente del Consell General, el Parlamento de Andorra) a partir de 1683. No debe confundírsele con otro descendiente ilustre de la familia, Antoni Fiter i Rossell (1706-1748), doctor en derecho, sacerdote y abogado, nombrado representante del copríncipe episcopal en 1739 y autor del Manual Digest (1748).

Desconocemos el motivo de la poca concreción de la fecha, pero si nos fijamos en la tipología constructiva del edificio y en los resultados obtenidos durante el estudio histórico y arqueológico realizado a principios de siglo XXI, podemos concluir que la casa se construyó durante la primera mitad de siglo XVII.

Tipológicamente, como ocurre con propiedades de otras familias prominentes de la Andorra del momento como la Casa Busquets (la actual Casa de la Vall), estas construcciones tienen una clara influencia de las masías catalanas, con una distribución en tres crujías (espacio entre dos muros de carga) donde la central es más grande que las dos laterales. La Casa Rossell tiene una planta ligeramente trapezoidal y tres cuerpos, y pese a estar orientada hacia el sureste, tenía un acceso principal a poniente, donde se halla la puerta principal acabada en arco de medio punto. El edificio fue concebido como una vivienda, de modo que paralelamente a la construcción de la casa también se habría construido la era grande.

La capilla y el palomar son los edificios más recientes entre todos los que forman el núcleo de propiedades familiares de los Rossell en el pueblo de Ordino. Ambas construcciones, al igual que ocurre con la galería, sirven para resaltar la importancia y el estatus de la familia de cara al pueblo.

La capilla es el edificio más moderno de todo el conjunto. El obispo de Urgell dio permiso en 1779 para construir el templo, y en 1780 se consagró el edificio. La capilla, de pequeñas dimensiones, está dedicada a Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, y en su interior se halla una imagen de esta Virgen, una de las piezas artísticas más destacadas del barroco andorrano, realizada por un artista anónimo hacia mediados de siglo XVIII.

El edificio ha sufrido muchas modificaciones desde su construcción. Se trata de un edificio de una sola nave, de planta rectangular y orientada hacia el noroeste, con una pequeña sacristía adosada hacia el oeste. Dispone además de un coro, probablemente el original, que desde arriba conduce a un pasaje que comunica la casa principal con la capilla sin necesidad de pisar la calle.

Después del año 1890 se le añadiría un campanario de pared.

La última modificación que se le hizo fue cambiar el suelo de madera de la nave original por el actual suelo de hormigón.

Los palomares eran construcciones destinadas a la cría de palomas, cuyos excrementos se utilizaban como adobo; estas aves, además, también se podían consumir.

El fino enlucido de las paredes y las losas que sobresalen de las aperturas servían para proteger a las palomas de depredadores como las serpientes o las ratas.

Los palomares podían ser de diversas tipologías constructivas, desde una estancia en la casa hasta una construcción independiente en forma de torre, como el de Casa Rossell.

El palomar era un símbolo de estatus que sólo podían permitirse las familias con más poder adquisitivo.

En la pared vemos los nidos y las aperturas por donde entraban las palomas.

Un paseo por los jardines de la Casa Rossell, que antes formaban parte de los huertos de la casa, nos lleva hasta unas escaleras y hacia el centro del pueblo de Ordino. Desde el Carrer dels Cóms, se puede apreciar la espléndida Casa Rossell, con la singular galería y la fachada. Un último vistazo para observar la casa señorial de siglo XVII y su entorno, una muestra del poder que tuvo la familia Rossell a lo largo de cuatro siglos.

Los cambios en la actividad económica se constatan sobre todo en la producción ganadera. En el siglo XVII estaba formada básicamente por ovejas (entre 2.000 y 5.000 cabezas de ganado); en el siglo XVIII se introducen las mulas y se mantienen las ovejas; en el siglo XIX se reduce el número de ovejas y se introduce la cría de equinos, y finalmente, a partir de finales de siglo XIX, la actividad ganadera se centra prácticamente en la cría y la exportación de bovinos.

Desde el patio también se observa la galería con sus ventanas apuntadas, uno de los elementos que más pretende destacar el estatus familiar. Sabemos que su aspecto no es el original, ya que en una foto tomada en Ordino por el Centre Excursionista de Catalunya en 1890 se ve la galería con un aspecto muy distinto al actual. La galería adquirió su aspecto actual en algún momento entre 1890 y 1930. De hecho, las galerías no abundan en las casas andorranas, ya que son un tipo de construcción más adecuado para climas más cálidos. No obstante, otras casas importantes de Andorra también las tienen, como cal Guillem de Andorra la Vella o cal Giberga de l’Aldosa.

La era grande consta de dos plantas, con una función muy concreta para cada una de ellas: la planta baja funcionaba como establo para el ganado de la casa; la planta superior, en cambio, servía para almacenar la paja que, una vez seca, se utilizaba para alimentar el ganado durante los largos meses de invierno, ya que la falta de pastos no permitía llevar al ganado al exterior.

La agricultura y la ganadería fueron la principal fuente de ingresos de la familia Rossell a lo largo de su existencia, pese a que la estructura de la actividad fue cambiando a medida que lo hacían las demandas del mercado. Por ejemplo, entre los siglos XVII y XX, la familia fue una gran productora de trigo, principalmente destinado a la venta. En 1810, los Rossell tenían en Ordino más de 58 hectáreas para la producción de trigo.

A la izquierda están los establos y la era grande.

Desde el patio podemos observar la fachada principal de la casa, orientada hacia el sureste para aprovechar al máximo la exposición solar (razón por la cual vemos más ventanas). En la planta baja hay tres ventanas protegidas por rejas, mientras que en los dos pisos superiores hay dos balconadas con barandillas de hierro: tres ventanas balconeras en el primer piso y cuatro en el segundo. La barandilla de hierro forjado de la balconada principal, con las iniciales familiares, fue un elemento fabricado muy probablemente a mediados de siglo XVIII, coincidiendo con el momento de máximo esplendor familiar, estrechamente vinculado a la preindustria del hierro y a una coyuntura económica y política favorable. El fin de la Guerra de Sucesión (1701-1715) emparentó a las monarquías española y francesa, lo que repercutió positivamente en la economía andorrana y facilitó el libre comercio con nuestros vecinos.

Los Rossell estaban vinculados a la industria metalúrgica como mínimo desde el año 1619, cuando eran copropietarios de la ferrería del Serrat con los Areny-Plandolit. Más adelante, a mediados de siglo XIX, Bonaventura Riba Calva se casó con Francisca Magdalena de Casa Rossell, y decidió construir su propia ferrería para aumentar el poder económico de la familia: la ferrería Rossell de la Massana, que funcionó de manera intermitente entre 1842 y 1876.

A partir de mediados de siglo XVII, los Rossell se convirtieron en la segunda casa más importante de la parroquia de Ordino, por detrás de la casa de Areny-Plandolit. A medida que los Rossell aumentaron su patrimonio económico, también adquirieron un rango social importante mediante las alianzas matrimoniales que buscaban fuera de nuestros valles, principalmente con miembros de la burguesía adinerada de las comarcas pirenaicas, así como un peso cada vez mayor en la política del país.

El personaje más destacado de la familia no tuvo un papel político, pero su papel ha sido vital para la política del país: Antoni Fiter i Rossell (1706-1748), licenciado en leyes y redactor del Manual Digest (1748), obra que le encargó el Consell General. Este libro es un recopilatorio de la historia, el gobierno y los usos y costumbres de Andorra, con el objetivo de reafirmar la autonomía andorrana frente a dos monarquías tan potentes y expansivas como las vecinas, la española y la francesa. Esta obra también recopila los derechos, privilegios, franquicias y exenciones indispensables para el buen funcionamiento de la economía andorrana, ampliamente basada en la exportación de cabezas de ganado.

El patio de la Casa Rossell es un espacio cerrado al exterior y de uso privado para la familia. Solía ser un espacio polivalente, alrededor del cual se estructuraban los distintos volúmenes que formaban la casa, y se utilizaba para llevar a cabo toda una serie de tareas agrícolas y ganaderas, puesto que fueron la principal actividad económica de la familia a través de los siglos.

La parte más plana del patio seguramente funcionó durante un tiempo como era de trilla, espacio donde se extendía la paja seca y, con ayuda de las mulas que se hacían circular por encima, se batía la paja para almacenarla en la era grande y se recogía el grano para hacer harina. El aspecto actual del patio corresponde probablemente al siglo XIX o a principios de siglo XX.

La fachada cuenta con un campanario de espadaña con una campana que aún se conserva.

En su interior se puede apreciar una de las vírgenes barrocas de más calidad que se conservan en Andorra.