La Casa Cristo es mucho más que una simple casa museo: es un auténtico viaje en el tiempo que transporta al visitante a la Andorra de finales de siglo XIX y principio de siglo XX a través de los ojos de una familia humilde de campesinos de aquella época. Esta casa de pueblo de tres pisos se construyó a finales de siglo XVIII, pero se han mantenido intactos tanto la distribución como los elementos originales, cual auténtico testimonio de primera mano de un modo de vida ya pasado. Un fregadero de piedra, un armario completo de ropa blanca y, en su interior, un vestido de bautizo centenario… He aquí algunos de los numerosos pequeños detalles repartidos por la casa que nos muestran austeridad y, a la vez, dignidad. Pese a que la construcción es bastante estrecha por necesidad de adaptarse al reducido espacio del solar, dispone de estancias para varios usos, como la despensa, el almacén para las herramientas de trabajo o la “sala de más arriba”, de carácter más social y festivo, ubicada en la última planta. La casa estuvo habitada hasta 1947, cuando las últimas propietarias emigraron a Francia y dejaron de usarla como residencia habitual, conservándola no obstante para pasar temporadas en verano. El Comú de Encamp la adquirió en 1995 y la abrió como museo.

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